domingo, 6 de julio de 2014

Papeleo, vacunas y visados.

Estos últimos meses han pasado súper rápido, parece que fue ayer cuando esperaba con otras chicas de Coruña y Lugo para hacer la entrevista que nos abriría definitivamente las puertas al  Año Académico de FSL en Estados Unidos.
O quizás definitivamente no, ya que después llegaron un montón de papeles que cubrir y cosas que hacer (vacunarse, sacarse fotos de carnet, renovar el pasaporte, leer, rellenar y firmar documentos,etc.) que al menos a mi me llevaron semanas.
Gracias a la ayuda de mi madre y de Ana María y Nelly (encargadas de FSL en Vigo y Coruña, respectivamente) lo tuve todo listo a mediados de Marzo, si no me equivoco, para mandarlo a Madrid y de allí a Portland, Maine donde están las oficinas de CIEE, la organización americana, que es la encargada de encontrar una host family (lo que vendría siendo una familia de acogida en español) para el participante del programa.
Por esas fechas fue también cuando empecé a conocer gente con la que compartiría la experiencia de pasar un año lejos de casa, sumergidos en una cultura y un idioma diferente a los nuestros, la mayoría de ellos becados de la Fundación Barrié.
Más tarde llegaron meses de espera, comprobado todos los días varias veces que no había ningún correo en mi bandeja de entrada que empezase con un ''Estimada Cristina, es para nosotros un placer..." que me dijese con que familia y en donde viviría durante 10 meses.
El 27 de Junio tuvimos un reunión informativa en Coruña a la que además de las responsables gallegas vinieron también la responsable de FSL en Madrid, Teresa; el dueño de la empresa,  y dos de los responsables de CIEE, Raquel y Keith.
La verdad es que no fue nada del otro mundo.
Empezaron hablándonos unas chicas, que acababan de volver de Tennessee, Kansas y Washington, sobre su experiencia. Después los componentes de ambas organizaciones repitieron las reglas que deberíamos de cumplir para que no quedaran dudas. Nos dejaron muy claro que las tres D's (Drinking, Drugs & Driving) estaban requeteprohibidísimas, también descargar música ilegalmente o viajar por tu cuenta. Nos explicaron el especial cuidado que teníamos que tener al usar un váter americano ya que al parecer el sistema de cisternas no está preparado para la gran cantidad de papel que utilizamos los españoles. Comentaron cosas sobre el visado, el equipaje y la convalidación entre otras. Al final hubo preguntas y después de un cóctel, cada uno se marchó a su casa.
Pero el pasado Lunes día 30 nos volvimos a ver en Lavacolla, el aeropuerto de Santiago de Compostela, donde cogeríamos un vuelo a Madrid para conseguir nuestro visado de estudiante que nos permitiría realizar el año académico en EEUU.
Al llegar nos estaba esperando un bus que nos llevó a la Embajada, que por cierto, parece una cárcel de alta seguridad por fuera y por dentro un cuartel de policía como al que vas cuando tienes que renovarte el carnet de identidad.
Una vez que pasas el control de seguridad y dejas todas tus cosas en la consigna, el móvil entre ellas, comienzan las horas o, si eres afortunado, minutos más largos y aburridos de tu existencia.
Con suerte al salir al calor sofocante de Madrid ya serás portador de tu DS2019 y estarás un paso más cerca de vivir el sueño americano.
Comimos, hablamos, paseamos, tomamos un granizado en una terraza, paseamos más, volvimos al aeropuerto y después de un par de horas libres cogimos el avión que nos llevaría de vuelta a Santiago con la promesa de que en, apróximadamente, una semana sabríamos en que fecha haríamos el deseado y esperado vuelo Madrid-Nueva York.


Selfies en el Starbucks de Barajas con, de izquierda a derecha, Elena, Ana y Aroa.


Selfie con Zoe en el avión

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